Hoy los costarricenses tenemos y debemos sentirnos orgullosos, felices y satisfechos. Hoy hemos dado una lección al mundo sobre visión, desarrollo y compromiso con algo vital en nuestra era, la paz para los habitantes del globo.
En 1948 cuando se abolió el ejército en manos de don José Figueres Ferrer nuestro pequeño terruño cambió. Este pequeño país decidía no gastar en ejército más invertir en educación. Desde 1948 con ese mazazo en el Cuartel Bellavista comenzó una era de trabajo para que el resto de pueblos del globo tuvieran acceso a los que nuestros niños tendrían libros en las manos y no armas. Diálogo para resolver los problemas, no imposiciones.
Dimos una lección al mundo con la aprobación y compromiso de los hermanos centroamericanos cuando se aprobó el tratado de paz en Centroamérica. Una lucha sin precedentes. Una lucha para lograr paz y tranquilidad, para avanzar socialmente y para demostrar al mundo que hablando la gente puede llegar a acuerdos, pero sobre todo a cumplir esos acuerdos, cimentados en los principios y valores.
Hoy como entonces, le estamos dando una lección al mundo, ya que desde 1997 un idealista, soñador, pacifista y visionario hombre, apelando al tamaño moral de Costa Rica comenzó a armar un tratado para que el comercio de armas estuviera normado. Para muchos posiblemente esto no tenga relevancia alguna pero la tiene, ya que es el concretar la idea de don Pepe, la máxima expresión de nuestro compromiso con la humanidad y la paz.
Ese hombre es Oscar Arias, una figura que a muchos les puede estorbar, pero que pasará a la historia como ese gran estadista que se atrevió a pensar en grande y que nos ha demostrado que con principios y valores se puede lograr los sueños más inalcanzables. Él es el artífice de este gran acuerdo global, en un momento donde el mundo requiere recobrar la esperanza y necesita darse una oportunidad a sí mismo para lograr mejorar la calidad de vida de las personas que lo habitamos.
Muchos nos preguntaron para qué iba CR en la administración Arias al Consejo de Seguridad, hoy la historia nos da la razón y aquel acto donde Arias presentó el documento del Tratado, donde le dijo al mundo es necesario que actuemos por el bien de todos y que demos certeza a las oportunidades de tener una vida con menos violencia, sin el sufrimiento de familias que pierden a uno de sus miembros por que mueren en manos de alguien que no sabe usar un arma. Hoy celebramos eso precisamente celebramos la llegada de una época de certezas, de oportunidades y de victorias. Hoy Costa Rica es líder en desarme y logró que se aprobara el primer tratado sobre comercio de armas, el sueño de uno se convirtió en realidad para literalmente todos.
Ante la mezquindad de algunos, quise escribir esto ya que debemos tener claro de donde partieron las cosas, debemos celebrar lo importante de este acontecimiento y sobre todo tenemos que seguir comprometidos con esta causa, cada uno de nosotros. Demostrado está que soñar en grande vale la pena. Que no porque seamos pequeños debemos tener miedo. La moral y los principios si marcan una diferencia.
Don Oscar gracias por su coraje y su visión. Como costarricense le agradezco su compromiso con la pacificación y con el desarme. Como ciudadano del mundo le admiro, hoy comienza a construirse un mejor mundo. Como su amigo le admiro y respeto, gracias por ser un gran ejemplo.
