21 de febrero de 2013

Mi plumero y yo

Nunca me he considerado tan siquiera activista, he guardado silencio muchas veces ante chistes homofóbicos, he guardado silencio ante declaraciones de figuras públicas que lastiman, he guardado silencio ante arbitrariedades de las que he sido víctima, pero ya no puedo guardar más silencio ante la burda argumentación que ha visto el país hoy por parte de un "padre" de la patria. 

No pretendo con esta opinión hacer víctimas a quienes igual que yo hemos aprendido a vivir con una sociedad que en muchas ocasiones nos trata de ignorar, pretendo llamar la atención de quienes no comparten que la violencia verbal y psicológica sea parte del accionar político de una persona y que como yo están cansados de que se utilicen esas tácticas para marginar, ofender y humillar a un grupo de costarricenses que tratamos de pasar por ésta vida haciendo bien las cosas con la única diferencia de tener una preferencia sexual distinta a la heterosexualidad. 

Los comentarios expresados por el Diputado Justo Orozco el día de hoy, son un irrespeto para la sociedad costarricense. No es aceptable bajo ningún punto de vista, que el Diputado Presidente de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos estigmatice con un plumero a un colectivo de seres humanos que al igual que él trabajamos, aportamos al desarrollo de la economía, cumplimos con nuestras obligaciones civiles, y sobre todo que al igual que él tenemos dignidad por el simple hecho de ser humanos. 

Hoy no está en juego el que las personas sexualmente diversas tengamos los derechos de las personas heterosexuales, hoy está en juego la dignidad de ser personas, de la persona, del ser costarricense. Hoy estamos ante un escenario fascista, donde la arrogancia, la prepotencia y la burla se convierten  en el ideario de un grupo político. Los fines cristianos de amar al prójimo y no hacer lo que no quieres que te hagan que supuestamente fueron la base del partido político Renovación Costarricense que don Justo creo, quedaron en el olvido y los nuevos estandartes son el odio, la segregación y la ofensa. 

Como decía Voltaire "Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero daría mi vida para que pueda decirlo". Yo no pido que me tengan lástima, soy una persona íntegra con valores y principios muy claros. Yo no pido que comparta mi preferencia sexual, solo que la respete. Porque sería muy fácil llenar de epítetos lo expresado por el Diputado Orozco, pero yo no disfrutaría de mi vida mi fuera fácil, he decidido luchar por la igualdad, por la dignidad y por la libertad. 

Estamos cansados de que se desprestigien las causas políticas y de la politiquería. La Política es un instrumento para hacer el bien, para proteger al desprotegido, para ser solidario y para debatir ideas. No más abusos, no más discursos de odio, Costa Rica merece algo mejor. 

Lo último es que le agradezco al Diputado Orozco sus ofensas, ellas me han permitido sentirme muy orgulloso de mi plumero. Me hace sentirme muy orgulloso de lo que he hecho hasta el momento y sobre todo me hace sentir orgulloso del montón de gente que sin ser homosexual es solidaria ante sus arbitrariedades. Mi plumero y yo se lo agradecemos.