23 de septiembre de 2013

Neruda en el corazón...

Neruda en el Corazón.

Hace 40 años falleció Neruda. Pocos escritores de los que he leído me han cautivado tanto como la obra del poeta. Con fina tinta, dulces palabras logró siempre decir cosas que día a día me acompañan, pero sobre todo que me han servido para vivir los momentos más hermosos de mis 28 años con las letras.

Un hombre que tuvo miles de defectos pero que sus virtudes lo hacen un grande entre la historia universal. Para mí no solo es el poeta, sino es que ciudadano, el ser humano y el que logró encontrar las palabras perfectas para definir el amor, la tristeza, la decepción y la esperanza.

Neruda fue un hombre que estudió y logró forjar su camino. Un hombre que fue siempre fiel a sus convicciones, a sus ideales y que falleció luchando por ellos. Una figura polémica, amado y odiado. Respetado y siempre recordado. Un hombre que se vinculó, que trató de marcar la diferencia. Un pensador, un ilustrado. Nos dejó sus escritos para que lo conociéramos y llegáramos a entender su genialidad creativa. Un chileno que representa lo mejor de una sociedad altamente educada, que disfruta de las artes y que trata de construir una sociedad diversa y que lucha día a día contra un pasado oscuro.

Neruda fue un hombre que trató de ir más allá, de comprometerse y dar lo mejor de sí para representar a su Nación. Un pensador nato, ducho en las letras poéticas y en el discurso político y de la cosa pública. Un hombre que entre sus pasiones dejó un legado que hoy a 40 años de su partida siempre tiene un aprendizaje.

"Con casto corazón, con ojos puros,
te celebro, la belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes en mi oda
como en tierra de bosques o en espuma:
en aroma terrestre
o en música marina.

Bella, desnuda,
igual
tus pies arqueados
por un antiguo golpe
del viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida,
iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos países profundos en tus ojos.

La línea de tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana
y sigue esperando
tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y la tierra.

Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fué subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura,
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?

No sólo es luz que cae
sobre el mundo
la que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.

Debajo de tu piel vive la luna"

****

XX Puedo escribir los versos...

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "la noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque ésta sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

9 de septiembre de 2013

Feliz Día del Niño

En mi casa me acostumbraron que a quienes no celebran el día de la madre o del padre, se le celebra el día del niño. En nuestro país es hoy 9 de septiembre. Me pregunté esta mañana cuando salí de mi casa, si aquel Jorge José de los 4 a los 10 años estaría feliz, satisfecho o decepcionado del Jorge José que ha vivido hasta hoy.

¿Cuáles eran los sueños, los ideales, los valores, las creencias que tenían en aquel momento? ¿Cómo sentía? ¿Cómo era yo hace "tanto" tiempo?  Recuerdo que era un soñador, un idealista que quería cambiar el mundo a punta de música, soñaba con estar un primero de mayo en la Asamblea, jugaba lego horas de horas y me entretenía jugando con mis vecinos; nos subíamos al árbol de la esquina de la casa y armábamos la mejenga en media calle y también recuerdo que lo testarudo desde pequeño lo tuve. Me llevaba la bola cuando ya no quería jugar más (si yo sé que eso no se hace), andaba en bici y le enseñé a andar en bici a Alfonso, pasaba estudiando y soñando con ser alguien cuando fuera grande. ¿Ser alguien?

En la escuela siempre fui aplicado, no me quedaba de otra mi mamá era maestra en la misma Escuela, desde carajillo metido en cuanta cosa hubiera, las dramatizaciones de los actos cívicos y los abanderados siempre contaban conmigo. Los tiempos de la Pilar Jiménez fueron muy lindos, jugábamos a que éramos los magníficos (A Team) y yo era Hannibal Smith. Siempre andaba jalando mi violín para mis clases con Merce, Cheche, Don Walter o Manuel. Bueno para los pleitos, por defender a mis amigos, y siempre vehemente en decir lo que pensaba. Como dirían mi Mamá y mi abuela "botaratas" siempre, plata extra que caía era para invitar a mis amigos a la soda de la Pilar. Nunca iba al comedor escolar pero cuando decían hay empanadas de queso fijo iba dos veces.

Desde niño siempre prefería estar solo, leer y estudiar. Como buen hijo único no era muy bueno compartiendo, entonces tuve muchos problemas con mis primos por eso... Y lo que si nunca logre aceptar era que me desordenaran mis juguetes, todo tenía un orden y nadie lo debía cambiar. Siempre prefería andar "serio y formal", las camisetas polo han estado conmigo desde que tengo uso de razón y siempre he sido de los mismos colores. Cuando me sentaba a jugar con el lego nada ni nadie más existía en el mundo, eran mis castillos, mis barcos y mis desfiles lo único que valía la pena. Una frustración que tengo desde niño es que nunca pude dibujar ni pintar, así como tampoco logro ser muy expresivo ni dar mucho cariño o afecto.

Hoy luego de 28 años, creo que del idealista algo queda todavía, un idealista que se ha enfrentado a la realidad de que cambiar el mundo requiere de mucha paciencia, visión y liderazgo. Hoy sigo pensando que moriré defendiendo lo que creo, que aceptar los colores en mi vida me han hecho más feliz, más noble, más sincero. Hoy disfruto de los amigos que tengo y no puedo pensar mi vida sin ellos, ya el estar solo no es una opción, porque aunque cuando estoy solo encuentro el abrazo sincero de alguien que me quiere. Disfruto del cariño que me demuestran mis allegados. Sigo empecinado con la música y poder crear algo memorable a partir de ella. Tal vez no he logrado ser alguien en la concepción que tenía de niño, peor hoy sé que si no llego a ser nadie, ya soy más de lo que soñé porque finalmente estoy feliz con el Jorge que está sintiendo, viviendo, riendo, llorando... en fin estoy feliz con el Jorge que está existiendo.

Decía Neruda "En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. E niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta", ojalá que el niño que llevamos dentro y el niño que fuimos se sienta orgulloso de los seres humanos que hoy somos.