3 de noviembre de 2009

Consorcio Filarmónico

Recientemente he tenido la bendición, de poder conocer a unos músicos fantásticos, de los que había escuchado mucho, sobre todo sus canciones, pero que jamás pasó por mi mente el poder tener la oportunidad de tocar junto a ellos. Era algo impensable.

En esta ocasión el concierto se llamó "Consorcio Filarmónico", nada menos que con los integrantes de lo que fue mocedades. Iñaki, Sergio, Estíbaliz, Amaya y Carlos, se dieron el chance de ofrecer un concierto por vez primera con Orquesta, y fue nuestra orquesta. La Filarmónica de Costa Rica la que dio este show.

Fue algo único, mágico, motivante, relajante pero sobre todo un permanente aprendizaje; de un grupo joven pero de mucha experiencia. Fue algo curioso, generacionalmente no es la música que usualmente escucho, sin embargo, todas sus canciones me traían recuerdos.

Desde secretaria, hasta tómame o déjame. Pasando por dónde estás corazón y pange lingua. PEro me marcaron con sus voces en tres canciones, paloma negra simplemente quedé anonadado. En segundo lugar para vivir que no es de ellos, pero en la voz de Amaya fue simplemente algo sublime, me hizo retomar las ganas por hacer lo que quiero, lo que me gusta, me devolvió al momento dónde pensaba en mis prioridades, al momento dónde lo más importante era disfrutar el momento! Para vivir en la voz de Amaya será una de las cosas que NUNCA podré olvidar, y que recordaré como uno de los privilegios que la vida me dio.

También me marcó Había olvidado, ya que con su letra, pude ver palpada parte de mi vida amorosa (y era una canción que no conocía). Fue algo realmente bello, de esos momentos en los que la vida te dice, por esto es lo que si vale la pena vivir, es por esto que si vale la pena invertir el tiempo, la paciencia y la dedicación de una vida.

Esto posiblemente ya lo he dicho en otras ocasiones, pero definitivamente las grandes satisfacciones de vida que he tenido han estado siempre vinculadas a la música. Es algo realmente singular. El escuchar al público coreando las piezas, al verlos de pie dando ovación a la presentación, el ver la felicidad que hay en la atmósfera de ese momento, realmente marca una diferencia.

Barenboim dice que la vida es música, que razón tiene! Hoy lloré al salir del escenario, fue el último concierto de ésta gira del Consorcio por Costa Rica y lo pude vivir plenamente. Me siento demasiado feliz, lo viví con gente que admiro y estimo, maestros que se han convertido en amigos, personas a las que quiero y cada día respeto más, por su vivencia de la música. A ustedes dos José Andrés y Gabby solo puedo darles las gracias. A Marvin por dejarme ser parte de sus locuras.

A la vida gracias por darme este chance de vivir algo que nunca pensé me pasaría. Fueron cuatro conciertos donde no hubo minuto que no disfrutara, nota que no sintiera en mi alma. Si estoy llorando de alegría porque siento que de nuevo estoy viviendo lo que creo.

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