12 de junio de 2010

Sentir al Caudillo 20 años después de su Partida

Sentir al Caudillo 20 años después de su partida.

Lic. Jorge Rodríguez Vives.

Una muy conocida canción del Grupo Malpaís versa “sé que a veces miro hacia atrás, pero es para saber de dónde vengo”. Hoy como joven costarricense, liberacionista y como coordinador de un grupo de gente maravillosa, esas palabras tienen un sonido preponderante en mi mente, ya que definitivamente hoy nos encontramos reunidos para conmemorar a un hombre, a un visionario, a un líder, a un estratega, a un Presidente, al Caudillo.

Hace 20 años, yo apenas tenía 5 años. Sin embargo recuerdo el 8 de Junio de 1990 como si fuera ayer. En mi casa, algo había cambiado. Recuerdo que mi mamá me dijo alístate que tenemos que rendir homenaje a una parte de la historia de Costa Rica, que hoy nos ha dejado. Yo me preparé, y cuando me vi, estábamos en la Plaza de la Democracia, porque el Caudillo acaba de fallecer. Desde ahí mi mente visualiza a varios millares de costarricenses que rendían tributo al gran reformador de nuestro país.

Aún recuerdo que había escuchado de Don Pepe, en la sinfónica cuando comencé a estudiar música, “Don Pepe fue el que dio origen al programa juvenil, siempre pensó para qué tractores sin violines” me decía mi profesora. Hoy tengo clarísimo que mi vida fue marcada por Don Pepe a pesar de que nunca lo conocí.

Fue en los días de duelo que embargaban a nuestro país, que por primera vez escuché el corrido y se me grabó la voz de Carmen Granados cantando “…que por la patria saben luchar…” desde ahí mi respeto y cariño por ese hombre de mirada firme, de voz fuerte y de pensamiento excelso ha ido en aumento. Hoy hemos organizado dos generaciones del Partido Liberación Nacional, un homenaje sencillo pero sentido para rememorar a nuestro fundador, a nuestro padre y nuestro guía.

Con su vida Don Pepe nos dejó un gran legado del que orgullosamente somos herederos. Nos dejó luces para mantener su rumbo y para inspirar nuestro paso por este mundo, desde la función pública o la privada, para que lo que mueva todas y cada una de nuestras acciones, sea en definitiva, el bienestar del mayor número. Don Pepe tuvo como principio que para la acción política ésta fuera centrada en el beneficio del ser humano, él fue un humanista, y ese es posiblemente nuestro principal reto, ya que hoy en día algunos le dan prioridad a la visión económica y se olvidan del hombre.

La integralidad de enfocar la política pública, y el rol de cada uno de nosotros en la sociedad, bajo premisas de libertad de pensamiento, democracia económica, fomento del desarrollo cultural, nacionalismo y digna representación de nuestros valores en el concierto de las Naciones, son tareas que Don Pepe siempre defendió y que hoy nosotros, debemos seguir poniendo en los surcos de la sociedad costarricense, para que podamos ver frutos muy pronto.

Como jóvenes el venir hoy acá a rendir tributo a Don Pepe es un orgullo, una obligación pero sobre todo una dicha, ya que somos los jóvenes del ágora que buscamos el consejo y la experiencia de toda la familia liberacionista que don Pepe forjó. Hoy juntos estamos profundizando las raíces con que comenzó don Pepe su vida pública, una Costa Rica libre, próspera, culta, educada, trabajadora, pensante y donde el diálogo intergeneracional es la forma para que nuestros fines se mantengan vivos entre nosotros, recordemos que éste camino que hemos aprendido es una lucha sin fin por un país que nos necesita día a día.

Gracias al grupo Raíces por confiar en nosotros para organizar éste evento. Gracias a todos y cada uno de los miembros de Ágora ya que han trabajado duro para ésta actividad. Gracias Doña Karen, por dejarnos conmemorar a Don Pepe, por compartir con nosotros su legado y por siempre defender la insignia figuerista. Gracias a la familia liberacionista por congregarse junto al Ágora Socialdemócrata para retomar los momentos históricos que nos hacen grandes como partido.

Dice Bertold Bretch que “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay hombres que luchan un año y son mejores. Hay hombres que luchan por muchos años y son muy buenos, pero hay hombres que luchan toda la vida… Esos son los imprescindibles” Gracias don Pepe por ser un ejemplo de un hombre luchador, por ser un visionario, pero sobre todo por no tenerle miedo al rol que la historia le pidió jugar. Gracias reformador, gracias pensador, gracias maestro, gracias caudillo, su vida y obra nos la marcado a muchos, tenga plena certeza de que los jóvenes, los agoritos, defenderemos el estandarte que no ha caído y nunca caerá.

VIVA PEPE FIGUERES.

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