12 de octubre de 2012

Me quedo socialdemócrata...


Hoy el Partido Liberación Nacional celebra su cumpleaños 61. Grandes hombres dieron origen a una bandera ideológica para una Costa Rica que necesitaba un norte, un rumbo. Estos personajes dieron sustento al surco de la democracia, la educación, la cultura y en general al bien común. Hace 61 años se dio un espacio a las ideas, los ideales y valores. Se dio un espacio para la libertad, para la tolerancia y el liderazgo. Se dio un antes y un después en la realidad política de nuestro país.

Inspirados en el pensamiento políticos de grandes hombres europeos, los nuestros dieron un balance a la política costarricense, con ideas revolucionarias, de lucha, de crecimiento económico. Fueron valientes y tomaron una bandera de desarrollo, de apoyo al pequeño y mediano productor, de promoción de la producción nacional, a favor de las artes. Una verdadera reivindicación de las clases sociales. Una convicción por profundizar la democracia, la participación ciudadana y en fomentar la calidad de la democracia. Estos son los ideales por los cuales me sigo considerando socialdemócrata, han sido los principios con los que he ejercido en mi paso por la función pública y la docencia.  Son los valores y principios que me dicen que no podemos claudicar en la búsqueda de mejores acciones desde la función pública, a no claudicar en la defensa del sistema solidario, en que no podemos hacernos de la vista gorda de la cosa pública.

El problema para algunos,  es que soy de una generación que es escéptica, incrédula y que se dice por ahí "poco informada de la cosa pública", de una generación demasiado idealista y perfeccionista. Yo creo lo contrario porque me he tenido la oportunidad de trabajar con jóvenes que como yo seguimos pensando que todos los valores socialdemócratas son lo que el país necesita. He tenido el privilegio de enseñar a muchachos que me dicen "no me interesa la política" y terminan vinculados a procesos de desarrollo porque entienden que la política es más que la parte electoral. Esto me ha permitido entender que la crisis que tenemos es porque los partidos no nos representan. Hoy a 61 años de la existencia del PLN hay un reto fundamental para quienes siguen siendo partidarios: ¿que van a hacer para que quienes estuvimos volvamos? ¿qué van a proponer para que los que no han estado adopten estos principios de vivencia democrática? Les garantizo que algunos estamos dispuestos a vincularnos pero si vemos acciones y obras en la línea correcta.

¿Existimos socialdemócratas que hacemos cosas a pesar de no estar en un partido político? claro que sí y ahí es donde está el reto a futuro de Liberación Nacional, lograr que quienes dejamos de creer en el Partido retomemos la fe, que se vuelva al debate de ideas y proyectos y dejemos de lado la forma de pegar las banderas. Uno se conmociona cuando se organiza un foro para la celebración del aniversario en el que se dice "los retos del PLN" y no hay ni una sola persona joven defendiendo ideas, parece que lamentablemente no han tomado conciencia en que el debate, el diálogo y la participación efectiva de la gente joven es necesaria. Conste nunca he defendido las absurdas cuotas y menos el "derecho" de los jóvenes a hacer y deshacer por ser jóvenes, soy un fiel defensor del diálogo intergeneracional.  Así que estamos llamados a hacer sentir nuestra voz, con respeto, en defensa de la dignidad.

La imagen de éste post es un cuadro de Delacroix que lleva por título "libertad liberando a la gente", gente que no delega la responsabilidad con solo votar, gente que tiene convicciones, gente que da la vida por hacer valer sus principios, gente que asume su rol con la historia. Eso representa para mí la socialdemocracia, una presencia viva en el quehacer de la vida cotidiana de la sociedad. Un liderazgo por capacidad y por conocimiento, un liderazgo que inspira a los demás. Así aspiro a que sea la socialdemocracia de Costa Rica.  La socialdemocracia de hoy es la que analiza que pasa con los proyectos de inversión nacional, la que está preocupada por el fortalecimiento de la democracia económica y la inclusión social, es la que está vigilante de la calidad del debate público, la que responde a las necesidades con realidades y no con ilusiones, la que está dispuesta a enfrentar los problemas y no heredarlos, la que cree en el sistema de salud y la urgencia de una respuesta efectiva para su sostenibilidad, la que dialoga y tiene la habilidad de pactar con la oposición por el bien del país y no por intereses mezquinos, la que lleva un real control de lo que se decide y discute en el Parlamento y no acciona sus votos "porque nos equivocamos".

Si hoy la socialdemocracia es necesaria, la esencia pura que hace 61 años inspiró a esos grandes a cambiar el rumbo del país. La esencia que nos hace a muchos preguntarnos si todavía quedamos socialdemócratas, la esencia que nos obliga a algunos a luchar con ideas contra el absurdo de la maquinaria electoral. La esencia que nos hace decir que hay cosas que hay que rectificar de inmediato, con valentía y sin miedos. Esa es la socialdemocracia en la que creo. Mejor trabajamos para hacerlo posible, cuando el surco de éste ideal de fruto podremos celebrar por ahora mejor trabajar.


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