9 de septiembre de 2013

Feliz Día del Niño

En mi casa me acostumbraron que a quienes no celebran el día de la madre o del padre, se le celebra el día del niño. En nuestro país es hoy 9 de septiembre. Me pregunté esta mañana cuando salí de mi casa, si aquel Jorge José de los 4 a los 10 años estaría feliz, satisfecho o decepcionado del Jorge José que ha vivido hasta hoy.

¿Cuáles eran los sueños, los ideales, los valores, las creencias que tenían en aquel momento? ¿Cómo sentía? ¿Cómo era yo hace "tanto" tiempo?  Recuerdo que era un soñador, un idealista que quería cambiar el mundo a punta de música, soñaba con estar un primero de mayo en la Asamblea, jugaba lego horas de horas y me entretenía jugando con mis vecinos; nos subíamos al árbol de la esquina de la casa y armábamos la mejenga en media calle y también recuerdo que lo testarudo desde pequeño lo tuve. Me llevaba la bola cuando ya no quería jugar más (si yo sé que eso no se hace), andaba en bici y le enseñé a andar en bici a Alfonso, pasaba estudiando y soñando con ser alguien cuando fuera grande. ¿Ser alguien?

En la escuela siempre fui aplicado, no me quedaba de otra mi mamá era maestra en la misma Escuela, desde carajillo metido en cuanta cosa hubiera, las dramatizaciones de los actos cívicos y los abanderados siempre contaban conmigo. Los tiempos de la Pilar Jiménez fueron muy lindos, jugábamos a que éramos los magníficos (A Team) y yo era Hannibal Smith. Siempre andaba jalando mi violín para mis clases con Merce, Cheche, Don Walter o Manuel. Bueno para los pleitos, por defender a mis amigos, y siempre vehemente en decir lo que pensaba. Como dirían mi Mamá y mi abuela "botaratas" siempre, plata extra que caía era para invitar a mis amigos a la soda de la Pilar. Nunca iba al comedor escolar pero cuando decían hay empanadas de queso fijo iba dos veces.

Desde niño siempre prefería estar solo, leer y estudiar. Como buen hijo único no era muy bueno compartiendo, entonces tuve muchos problemas con mis primos por eso... Y lo que si nunca logre aceptar era que me desordenaran mis juguetes, todo tenía un orden y nadie lo debía cambiar. Siempre prefería andar "serio y formal", las camisetas polo han estado conmigo desde que tengo uso de razón y siempre he sido de los mismos colores. Cuando me sentaba a jugar con el lego nada ni nadie más existía en el mundo, eran mis castillos, mis barcos y mis desfiles lo único que valía la pena. Una frustración que tengo desde niño es que nunca pude dibujar ni pintar, así como tampoco logro ser muy expresivo ni dar mucho cariño o afecto.

Hoy luego de 28 años, creo que del idealista algo queda todavía, un idealista que se ha enfrentado a la realidad de que cambiar el mundo requiere de mucha paciencia, visión y liderazgo. Hoy sigo pensando que moriré defendiendo lo que creo, que aceptar los colores en mi vida me han hecho más feliz, más noble, más sincero. Hoy disfruto de los amigos que tengo y no puedo pensar mi vida sin ellos, ya el estar solo no es una opción, porque aunque cuando estoy solo encuentro el abrazo sincero de alguien que me quiere. Disfruto del cariño que me demuestran mis allegados. Sigo empecinado con la música y poder crear algo memorable a partir de ella. Tal vez no he logrado ser alguien en la concepción que tenía de niño, peor hoy sé que si no llego a ser nadie, ya soy más de lo que soñé porque finalmente estoy feliz con el Jorge que está sintiendo, viviendo, riendo, llorando... en fin estoy feliz con el Jorge que está existiendo.

Decía Neruda "En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. E niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta", ojalá que el niño que llevamos dentro y el niño que fuimos se sienta orgulloso de los seres humanos que hoy somos.

No hay comentarios: