21 de octubre de 2013

Las primeras veces

Emociones. Siempre que nos atrevemos a hacer algo que nos saca de nuestra zona de confort tenemos una serie de emociones, preocupaciones, temores. Esas emociones son diversas, vario pintas, nos hacen reflexionar mucho e inclusive pueden ser la causa de que dejemos de hacer algo que nos podría apasionar.

Como buen tauro soy muy pasional, impulsivo. Como artista he tenido la oportunidad de estar en debuts muchas veces, la primera vez con la OSI... la primera vez que di un recital, la primera vez que ensayé con la OSJ, cuando fui solista, cuando estaba por graduarme... Como profesional he tenido también muchas primeras veces, muchas emociones positivas y muchas también negativas. He tenido la bendición de saber que es el éxito pero también aprender del fracaso. Como "ser humano" también he tenido muchas primeras veces, muchas primeras emociones que creo han formado el ser humano que soy hoy. 

Salir de la zona de confort no es fácil. Menos para alguien esquemático y "cuadrado". Sin embargo este segundo semestre asumí un reto que me lanzó uno de mis mejores amigos, Ramiro, que me retó a hacer la audición del Coro Sinfónico Nacional. Él no sabía que la inquietud por cantar existía. Finalmente luego de cerrar el capítulo de las audiciones musicales hace ya algún tiempo, me enfrenté a ese jurado para que me dijeran si me dejaban ser parte del grupo de voluntarios que canta en el Coro.  Mi stress, mis preocupaciones se fueron al traste, cuando finalmente me dijeron lo aceptamos. 

Ahí comenzó un tiempo de ajuste, ya que de canto sé lo que sé de astrofísica (osea NADA). Ajustes que me llevaron a reorganizar una agenda complicada pero había algo que me decía esto te va a ayudar. Mi sorpresa más grande es que definitivamente en poco tiempo el coro se ha convertido en un oasis para disfrutar de lo que más amo: La Música. 

El viernes 18 tuve mi primera vez, era una primera vez distinta. Iba para mi viejo conocido el Teatro Nacional, pero la emoción que sentía no la había tenido nunca. Era un reto, era decir con voz lo que ya había hecho con mi violín. La experiencia fue tan gratificante, fue una primera vez sublime que me permitió sentir lo que solo la música hace en mí. Me obligó a dar ese salto al vacío para dejarme llevar por la aventura de cantar. 

Esas emociones únicas son las que construyen nuestra vida. Son esas emociones las que al final del camino, uno quiere recordar y poder morir en paz. Son las emociones que nos permiten seguir adelante cuando el camino está empinado. Son las emociones por las que vale la pena vivir, hacer lo que nos gusta con gente que queremos y que al fin y al cabo nos permiten conectarnos con el público y con los amigos para hacer arte, representar la belleza de la creación humana y que nos dignifica como civilización. 



2 comentarios:

Jorge Aguilar dijo...

Han pasado muchos años desde mi primera vez en el Coro Sinfônico y todavía me emociono como en el primer concierto. Qué maravilla que la vida pueda seguir regalándonos primeras veces.

Jorge Aguilar dijo...

Han pasado muchos años desde mi primera vez con el Coro. Qué maravilla que la vida siga regalándonos primeras veces. Bienvenido a nuestras filas !