11 de febrero de 2014

Somos el pueblo que decidió que es tiempo de construir?

El 2 de febrero 2014 fue un día para la historia. Los resultados de las elecciones sorprendieron a algunos, nos confirmó lo que leíamos a otros y finalmente otros simplemente aún no saben qué pasó.  Creo pues que vale la pena visualizar algunas lecciones, que desde mi perspectiva nos han sido heredadas:

1. Los costarricenses somos leales a nuestra historia, somos gente a la que no nos gustan los extremos. El resultado electoral, más allá de los estigmas con que se usó el tema ideológico, fue contundente, ésta es una sociedad que prefirió el centro ideológico. Los votantes ticos no creímos que la respuesta a los retos que tenemos como sociedad estuvieran en manos de la derecha extrema ni tampoco en la izquierda disfrazada. Optamos por dos opciones del centro que tienen planteamientos similares en lo macroeconómico, ideas muchos más divergentes en materia de comercio exterior y en energía. Optamos por dos opciones que van a obligar a un diálogo permanente con las fuerzas parlamentarias con que van a tener que coexistir, uno como oficialismo y otro como líder de la oposición.

2. El votante costarricense ya no es costumbrista. El votante actual es un votante que está preocupado por ideas y por cómo concretar el llevarlas acabo. Ya no se vota por tradición, se vota por intensión. Intensión de mejorar lo que hay que corregir y seguir haciendo para que crezcamos como población. El votante de hoy es un votante que no se conforma con el spot de televisión (de hecho creo que desde el punto de vista de la comunicación política hay muchas lecciones por analizar), es un votante que respondió a la cantidad de debates.

3. El costarricense derrotó a las maquinarias electorales en que se han convertido nuestros partidos políticos. Si bien es cierto que el abstencionismo anduvo parecido a lo que ya es tradicional, la gente que no se manifestaba a favor de ninguno de los candidatos llegó sola a votar y dieron la sorpresa. Vimos las estrategias de transporte y del padrón partidario derrumbarse porque además es un votante fluctuante.

4. Los jóvenes si se involucran y piensan que la política sirve. Desgraciadamente ninguno de los candidatos tuvo un claro mensaje para nosotros los jóvenes, pero en redes sociales, universidades y salidas sociales los jóvenes que representábamos el 40% del padrón electoral defendíamos al candidato de nuestra preferencia y sus ideas. Considero que fue el voto más informado, crítico y analítico.

5. El no tener elecciones locales afectó las estrategias territoriales de los partidos grandes.  Pareciera que el no contar con las elecciones de los Gobiernos locales por primera vez los grandes se desorientaron, se centraron en la participación de algunos candidatos a diputados pero ni eso resultó. Los ejemplos más claros son la pérdida para el oficialismo de cantones como Desamparados que no sacó su tradicional diputado; el caso de Limón donde hay una mayor votación para el candidato oficial para Presidente pero solo se alcanza un diputado en la región. Igual el Partido Acción Ciudadana no logró que los liderazgos costeros aumentaran la votación para Presidente por su candidato. Definitivamente los candidatos a diputados "no conocidos" jugaron en contra de los candidatos tanto a nivel local como nacional.

6. Los temas ausentes. Medio Ambiente y Energía, Política Exterior, turismo y Seguridad. Para mí fueron los grandes ausentes del debate racional. En los tres temas tenemos retos importantes pero pareciera que pasaron desapercibidos en las agendas de los candidatos presidenciales. Son temas que para una buena parte de la ciudadanía son relevantes, excepcionalmente el tema de política exterior implica el conocer un poco el juego de roles que tendrá un eventual Gobierno en el sistema internacional. Sobre medio ambiente y energía pues hay un desgaste de la situación nacional y por tanto tenemos que regresar al progresismo de un tema que es nuestro y que no podemos dejar que se caiga. En Seguridad si bien es cierto ya no es el tema uno para el votante, lo que implica que hay una mejora en la percepción ciudadana luego de la Administración Chinchilla Miranda, no deja de ser un reto por nuestra posición geográfica. En turismo pues los retos son grandes y tenemos muchísima competencia por lo que hubiera sido interesante conocer que piensan los candidatos sobre esto.

En otras palabras, hoy nos tenemos que enfrentar a una segunda ronda donde tenemos que decidirnos entre ideologías muy similares, pero grandes diferencias sobre la concepción de la praxis política. Tenemos que aventurarnos a disfrutar de los beneficios de haber elegido el centro como opción, tenemos la oportunidad de crecer políticamente, dando continuidad a lo que está bien y enfrentar los retos que tenemos. ¿Tendremos la madurez política para entender que independientemente de quien gane no partimos de cero? ¿Estamos lo suficientemente claros en que somos el pueblo que tomó una decisión y que todos más allá de los tintes ideológicos tenemos que construir? ¿Estamos claros en que ni Acción Ciudadana ni Liberación Nacional pueden obviar que hay que negociar? Por el bien del país pero sobre todo por el bien de las futuras generaciones ojalá lo entendamos y todos seamos lo suficientemente responsables para aportar a la mejora continua de nuestra democracia.

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