Han pasado tantas cosas que pudiera contarte, en las que necesito de tu consejo y de tus chineos. Mi vida ha cambiado mucho, he aprendido muchas cosas, finalmente te gustaría saber que llegué a amar, creo que he avanzado profesionalmente y me han pasado cosas que nunca pensamos fueran posibles. Por primera vez me siento balanceado y deseoso de seguir adelante, de aprovechar las oportunidades que están llegando.
Me haces mucha falta, extraño ver televisión con vos, conversar con vos. Extraño tu abrazo y tu cariño, posiblemente desde hace algún tiempo ese es mi anhelo más grande. Debo confesarte que tu ausencia me pone triste, pero que tu recuerdo y enseñanzas me acompañan cada día, para tratar de ser una mejor persona.
Gracias Tita, por que con cada chineo me hiciste sensible y ver la belleza del amor. Gracias por escucharme, porque me enseñaste lo importante de escuchar a quien uno ama. Gracias por tus regaños me ayudaste a ser más disciplinado y exigente conmigo mismo. Gracias por siempre escuchar música, me enseñaste a disfrutar al máximo de cada nota. Gracias por enseñarme a servir, potenciaste la vocación de mi vida. Gracias por aceptarme siempre, porque con ello hiciste que hoy pueda vivir feliz.
Te extraño mucho. Gracias por haber marcado mi vida.
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